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Primer Equipo

Punto de orgullo, fe y pundonor en inferioridad numérica y ante el campeón de la Europa League

Los armeros igualaron el partido con uno menos y aguantaron los últimos minutos con 9 y Mendilibar expulsado

El Eibar ha sumado un meritorio punto gracias a su orgullo, fe y pundonor ante el Sevilla FC en un partido en el que sufrió la expulsión de dos jugadores y el entrenador.

Los armeros fueron superiores en la primera mitad, cuando el partido era once contra once, y dispusieron de varias ocasiones para adelantarse en el marcador pero les faltó pegada en los últimos metros para materializar sus oportunidades.

Por el contrario, el Sevilla fue mucho más efectivo y aprovechó su única llegada clara en los primeros 45 minutos para adelantarse en el marcador en el minuto 27. Luciano Vietto ganó la espalda a la defensa a pase de Hirosho Kitoyake y batió por bajo a Yoel.

El meta gallego, que ocupaba el lugar de Asier Riesgo, expulsado en Granada, vio a su vez la tarjeta roja en una jugada similar a la que le costó la expulsión a su compañero. Era el minuto 44 y el Eibar se veía obligado a afrontar la segunda mitad con un jugador menos y el marcador en contra.

Esta jugada sirvió para que debutara en La Liga el joven guardameta del filial Markel Areitio, miembro de una saga de grandes porteros (su abuelo es Carmelo Cedrún y su tío Andoni Cedrún). No tuvo excesivo trabajo y el que le llegó lo solventó con acierto y serenidad.

En la segunda parte el Eibar seguía apretando pese a jugar con uno menos. Presionaba muy arriba y evitaba las llegadas de su rival.

Fruto de esa presión, en el minuto 64, Rubén Peña peleó por un balón dividido que ganó, pasó a Antonio Luna y éste dio una buena asistencia que Pedro León, tras un espectacular control, convirtió en gol. Era  su tercer gol en tres partidos. Lo que parecía imposible se hizo realidad e Ipurua celebró el tanto por todo lo alto.

De aquí al final los armeros no le perdieron la cara al partido y siguieron buscando que el balón estuviera en el campo contrario. El Sevilla llegaba pero apenas inquietaba a la portería de Markel. 

La oportunidad más clara llegó en el minuto 82 con un remate fallado por Luciano Vietto con la izquierda en buena posición a pase de Vitolo.

Todo empeoró con la explusión con roja directa de Dani García por una entrada en el minuto 85, lo que convirtió los últimos minutos de partido en una batalla épica de los eibarreses por defender el marco propio.

El final del partido desencadenó la euforia dentro y fuera del campo por la suma de un punto muy meritorio obtenido en circunstancias muy desfavorables.