GOLEADAS (XXXIV): Primera goleada de la prolífica temporada 69-70
Victoria por 6-1 ante el Calahorra el 28 de septiembre de 1969
La temporada 69-70 fue especialmente prolífica para el Eibar, con 109 goles marcados en 38 partidos, y la primera goleada de la temporada llegó en la jornada cuarta con el 6-1 que anotó ante el Calahorra.
El partido se jugó el 28 de septiembre de 1969 y fue el inicio de un trimestre en el que los armeros lograron cuatro goleadas y un total de 34 goles.
Esta facilidad goleadora no le sirvió al Eibar para ser campeón de su grupo de Tercera, logro que obtuvo el Logroñés.
En una jornada en la que la meteorología acompañó, las crónicas narran que el Calahorra dio facilidades para el abultado tanteador.
Inauguró el marcador de cabeza el extremo derecho eibarrés Mikel Beistegui a los 13 minutos a pase de Villarreal. A los 22 minutos jugada entre Berriozabal y Lacasa y Agustín Guisasola de fuerte disparo con la zurda de fuera del área marcó el segundo gol, premiado con una fuerte ovación. Cuatro minutos antes del descanso, Eceiza anotó en propia puerta al ceder hacia portería cuando el portero Murguiondo ya había salido a por el balón.
En la segunda parte, el elgoibarrés José Mari Araquistain, el mejor del Eibar ese día y que años después sería entrenador de los armeros, marcó dos goles a los 3 y 14 minutos, el primero tras un disparo lejano y el segundo después de una asistencia de “Copi” Lacasa. Después, el extremo izquierdo Villarreal logró el quinto en una melee aprovechando un mal despeje del portero riojano Ramírez. Cerró el marcador, tras una gran jugada de Araquistain, el pequeño Beistegui de cabeza, que curiosamente marcó sus dos goles con la testa.
Alineación del Eibar: Murguiondo; Ibarzabal, Muñoa, Eceiza, Aranegui, Berriozabal (Múgica), Beistegui, Lacasa, Araquistain, Guisasola y Villarreal. Los jugadores lucieron crespones negros y se guardó un minuto de silencio en recuerdo del médico del club Juan Manuel Orbea.
Pese a la goleada de los entrenados por Paco Arberas, las crónicas destacaron el bajo nivel mostrado por tres de los eibarreses alineados aquel día, Patxi Aranegui, Agustín Guisasola y el bigoleador Mikel Beistegui. El cuarto jugador natural de la villa era Eduardo Berriozabal.
Destacaron por el Eibar el bigoleador José Mari Araquistain y el polivalente defensa Ibarzabal.
El azpeitiarra Paco Ibarzabal podía ocupar varios puestos en la defensa, pese a su 1,75 de estatura. Nacido en 1948, llegó al Eibar con veinte años la 68-69 realizando muy buenas campañas, lo que le valió ser fichado por el Athletic en marzo de 1970. Dentro de la operación del fichaje de Agustín Guisasola por los rojiblancos, volvió cedido a Ipurua en enero de 1971 para regresar a Bilbao al final de la 70-71. Tampoco en esta segunda etapa tuvo relevancia en el filial vizcaíno y en la 72-73 jugó en Lasesarre con el Barakaldo en 2ª y en la 73-74 en el Sestao. Finalmente regresó a Ipurua en 1974 y cerró su carrera jugando dos campañas en Ipurua, en la última de las cuales se produjo el descenso del Eibar de 3ª a Regional Preferente.
En septiembre de 1975 ante la enfermedad por anginas del entrenador Martín Susilla, fue el propio Ibarzabal quien dirigió toda la semana los entrenamientos del Eibar.
Los datos que aparecen en este reportaje han sido aportados por el historiador eibarrés Jesús Gutiérrez, Patrono de SD Eibar Fundazioa.
Pies de foto:
- Paco Ibarzabal.
- Mikel Beistegui.
- El delegado Carlos Nestares.