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GOLEADAS (XXII). Un gol antológico de Gárate dejó boquiabiertos a los espectadores

Victoria por 7-1 ante el Mirandés el 12 de enero de 1964

El 12 de enero de 1964 aún es recordado por muchos de los que asistieron ese día a Ipurua por un gol antológico que marcó José Eulogio Gárate, un joven eibarrés de 19 años que años después se convertiría en una leyenda del Atlético de Madrid y la selección española.

En esa fecha, el Eibar se impuso por 7-1 al Mirandés en el primer partido de la segunda vuelta (jornada 16) de la Tercera División.

El gol en cuestión fue el 6-0 y está considerado como uno de los más bellos que se han marcado en la larga historia de Ipurua. Inició la jugada Gárate en el centro del campo perseguido por dos defensas a los que regateó en un metro y, ante la salida del portero, también le regateó para marcar de tiro cruzado. El público, puesto en pie, ovacionó con intensidad el tanto. Tan bonita fue la jugada que los jugadores del Mirandés y el propio árbitro, sr. Díez, felicitaron a Gárate por una jugada que es recordada todavía casi sesenta años después por quienes la vieron en directo.

Hubo lleno en Ipurua, cuyo terreno de juego estaba helado, con una temperatura ambiental de -4ºC, lo que provocó que al final el campo estuviese muy pesado. Todas las crónicas destacaron la sobresaliente actuación de Gárate, que marcó dos goles y dio tres asistencias de gol.

Goles: El 1-0 lo marcó Gárate con la zurda por el ángulo tras pase de Larrabeiti. El 2-0 lo logró de penalti el jugador cedido por la Real Sociedad Alfonso a los 24 minutos, y con ese marcador se llegó al descanso. En la segunda mitad se marcarían seis goles. Para el 3-0, jugada de Gárate que culminó Basaras, mientras que el 4-0, después de un pase de Jorge Iceta, fue obra de Patxi Aranegui tras un disparo lejano desde 20 metros. Después, otra brillante jugada de Gárate la culminó Baqué para lograr el 5-0. Posteriormente llegó el mencionado golazo de Gárate y aún hubo tiempo para que los burgaleses anotaran el gol del honor y para que José Antonio Baqué culminara la goleada.

Antonio Corral alineó a Murguiondo, Lozano, Muñoa, Castillo, Aranegui, Larrabeiti, Basaras, Baqué, Gárate, Alfonso e Iceta.  En este equipo había cinco jugadores naturales de Eibar (Castillo, Aranegui, Basaras, Baqué y Gárate) y curiosamente, de los siete goles de la tarde, seis fueron obra de futbolistas eibarreses. Del resto, Murguiondo es natural de Legazpi, Lozano de Usurbil, Muñoa de Elorrio, Larrabeiti de Mungia aunque se afincó desde joven en Eibar, Alfonso de Donostia e Iceta de Zarautz. Había por tanto nueve guipuzcoanos y dos vizcaínos en el once del Eibar.

Al final de la jornada, el Eibar era líder empatado con la Chantrea, y los azulgranas habían marcado 54 goles en 16 partidos. El Eibar se vio beneficiado por la derrota de los navarros esa jornada en Rentería frente al Touring por uno a cero.

En esa temporada, la de su afianzamiento en el primer equipo, Gárate fue el máximo goleador del grupo 4º de Tercera, con 28 goles en 30 partidos. Los siguientes goleadores destacados armeros fueron Alfonso y Basaras, con 13 goles cada uno. Murguiondo fue el portero menos goleado del grupo al encajar 16 goles en 20 partidos, y en el total de los 30 partidos de liga, el Eibar solamente recibió 28 goles.

Los datos que aparecen en este reportaje han sido aportados por el historiador eibarrés Jesús Gutiérrez, miembro del Patronato de SD Eibar Fundazioa.

Pies de foto:

- Alineación del Eibar frente al Mirandés. Eibar: Murguiondo, Castillo, Aranegui, Lozano, Muñoa, Larrabeiti. Abajo: Basaras, Baqué, Gárate, Alfonso, Iceta.

- Los capitanes Larrabeiti y el elgoibarrés Uncilla con el árbitro Díez y sus auxiliares. El de la izquierda es el placentino Berrueta.

- El defensa Elcoro comete el penalti, que sería transformado por Alfonso. 

- El portero del Mirandés Sebitas encajando uno de los goles.