Himno
El Himno del Eibar fue compuesto en 1998, y desde entonces se ha convertido en parte imprescindible de cada partido en Ipurua.
En cada partido en Ipurua se cantaban desde los años 40 numerosas canciones populares ("Eibar tiene un once..."), pero no existía un himno oficial. Corría el año 1998 cuando el Presidente Juan Luis Mardaras decidió que había llegado el momento de componer ese himno, y le realizó el encargo a Miren Olabe, profesora de la Musika Eskola de Eibar. Miren compuso la letra, íntegramente en euskera, sobre una melodía tradicional adaptada, y la soraluzetarra Nagore Sanz realizó los arreglos.
El Eibar ya contaba con su himno, pero de cara a la grabación había un problema: la banda de música municipal era demasiado pequeña y tenía muy pocos instrumentos. Por ello, se realizó el encargo a la Banda Oarso de Errenteria, poniendo las voces un otxote perteneciente a la eibarresa Coral Sostoa. Ante la dificultad de encontrar un lugar apropiado para la grabación que encajase en el escaso presupuesto, el himno fue grabado en una nave industrial donde se encontraba el taller y fábrica de la empresa Niessen en Rentería. La fotografía ilustra al grupo de voces junto a la compositora y arreglista en el exterior de la fábrica.
En 2015, 17 años después de aquella grabación, el Teatro Coliseo de Eibar acogía una nueva grabación del Himno. Esta vez la instrumentación corría a cargo de la Banda de Música "Cielito" de Eibar, con un muy importante número de músicos e instrumentos, a las órdenes del Director Carlos Sánchez-Barba. La Coral Sostoa al completo puso la voz, que se vió complementada por las voces de las 500 personas que abarrotaban el patio de butacas del Coliseo. Esta nueva versión del Himno del Eibar nace en recuerdo de todos aquellos que en difíciles circunstancias lo hicieron nacer.