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Una pista de atletismo llamada Ipurua

El estadio armero acogió pruebas atléticas desde 1948, un año después de su inauguración

La construcción de Ipurua, además de cumplir con su objetivo fundacional de fomentar el fútbol y el crecimiento del Eibar, ha servido también para el desempeño de otras modalidades deportivas que tenían problemas para llevar a cabo su actividad.

La propia orografía de Eibar animaba a utilizar un recinto liso para la práctica de determinados deportes en una ciudad con escaso espacio libre y repleta de cuestas y desniveles.

La primera vinculación documentada de Ipurua con un deporte que no sea el fútbol es la celebración de pruebas atléticas en junio de 1948, apenas nueve meses después de la inauguración del estadio.

En aquella ocasión tuvo lugar en Ipurua un encuentro internacional entre el Club Deportivo Eibar y el Aviron Bayonnais, con pruebas de 100, 200 y 5.000 metros, lanzamiento de peso y disco, salto de altura y longitud y relevo olímpico.

En cada prueba participaron dos atletas por equipo. Por el CD Eibar participaron: Errasti, Arroitajauregui, Aldazábal, Alcorta, Aldazábal, Errazquin, Arzac, Aldazábal, Adarraga, Tellechea, Gómez, Apellániz, Elustondo y Guisasola.

El atletismo en Eibar tiene una historia centenaria y el primer nombre propio relevante es el del atleta eibarrés Luis Alejo Bolumburu, nacido en 1898 y ganador de los dos primeros campeonatos de Gipuzkoa de cross, celebrados en 1916 (año de creación de la Federación Atlética Guipuzcoana) y 1918 y bronce en los 5.000 metros del campeonato de España de 1918.

El auge de este deporte se consolidó con la fundación en 1924 del Club Deportivo Eibar, cuya sección de atletismo ha sido históricamente la principal promotora de actividades atléticas en la localidad armera.

El impulsor del atletismo en Eibar en los años 40 fue Eulogio Echeverría, cuyo fallecimiento en 1948 movió al CD Eibar a organizar en el campo de fútbol de Ipurua en 1949 y 1950 el denominado “Campeonato de Debutantes”, con un trofeo especial para cuadrillas y con pruebas de 80 metros lisos, altura, longitud y jabalina.

La presencia de la práctica atlética en Ipurua se consolidó en los años 50, con actividades como dos campeonatos de Gipuzkoa o los entrenamientos que llevaban a cabo los atletas de pruebas como carreras, lanzamiento de jabalina e incluso de salto de longitud, ya que se llegó a habilitar un foso ad hoc.

A partir de 1956, los atletas empezaron a abandonar Ipurua como sede habitual por la instalación de un gimnasio en la nueva sede del Club Deportivo Eibar en la calle Dos de Mayo y por los crecientes problemas de incompatibilidad con la práctica del fútbol.

Sin pruebas en pista, el atletismo en Ipurua vivió en el inicio de los 60 su época dorada con la disputa de varias ediciones del Cross Memorial Bolumburu, con la participación de destacados atletas de talla mundial.

Esta prueba, organizada por el CD Eibar, ya había celebrado alguna edición en el campo de fútbol a finales de los 40 y volvió a principios de los 60 por la dificultad de encontrar en Eibar un espacio llano con hierba.

El palmarés de aquellos años lo inició Fernando Aguilar, ganador en 1961 y también en 1964, y que fue olímpico en Tokio 1964.

En 1962 la victoria fue para una joven promesa de 21 años de nombre Mariano Haro, posterior figura mítica del atletismo español, cuatro veces subcampeón del Cross de las Nacionales (actual Campeonato del Mundo), olímpico en 1972 y 1976 y con 27 títulos nacionales en su haber.

La victoria en 1963 correspondió a Francisco Aritmendi, recientemente fallecido y único español ganador del Cross de las Naciones, gesta que logró en Dublín un año después de ganar el Memorial Bolumburu en Ipurua.

Las crecientes dificultades para el uso de Ipurua debido al estado de la hierba y el cambio de la normativa de la Federación obligaron a cambiar el escenario del Memorial Bolumburu, que a partir de 1968 comenzó a disputarse en la campa de Arrate.

Desde esa fecha, el estadio armero tan solo se ha utilizado para la práctica del atletismo en situaciones aisladas, como algunos entrenamientos de Elena Guisasola, la mejor velocista vasca de la primera mitad de los años 80.

Los datos incluidos en este reportaje han sido extraídos del archivo del historiador eibarrés Jesús Gutiérrez, miembro del Patronato de SD Eibar Fundazioa. Las fotos proceden de los fondos de Indalezio Ojanguren-Club Deportivo Eibar y de Egoibarra (Fondo Bolumburu).

Pies de foto (por orden cronológico):

  • Luis Alejo Bolumburu (izq.) y Juan Muguerza (dcha.)  Egoibarra (Fondo Bolumburu)
  • Lanzamiento de jabalina en una prueba en Ipurua en 1948  Indalezio Ojanguren-Club Deportivo Eibar
  • V Memorial Bolumburu de 1948, celebrado en Ipurua  Indalezio Ojanguren-Club Deportivo Eibar
  • Mariano Haro recibe el trofeo de ganador del Memorial Bolumburu de 1962 de manos de un hermano de Luis Alejo Bolumburu  Egoibarra (Fondo Bolumburu)