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Primer Equipo

Una noche inolvidable en Ipurua para pasar a octavos de la Copa

Remontada histórica del Eibar, que supera el 3-0 de la ida ante una Ponferradina que nunca se rindió

Ipurua ha vivido una noche inolvidable en la vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey al remontar el 3-0 que se trajo de Ponferrada con cuatro goles que han llevado el delirio a las gradas.

Los tantos de Borja Bastón al filo del descanso, Sergi Enrich, Simone Verdi y Mikel Arruabarrena, de penalti, han completado una remontada épica que recordarán durante mucho tiempo los 3.079 espectadores que han presenciado el partido.

La Ponferradina comenzó el partido con una fuerte presión adelantada con la que mantenía maniatado al equipo armero, que tenía muchas dificultades para acercarse al área rival.

En el minuto 7 pudieron dejar sentenciada la eliminatoria los leoneses pero Khomchenovskyy no acertó en el mano a mano ante Xabi Irureta, que salvó a su equipo con una gran intervención.

Una de las claves del encuentro fue la expulsión en el minuto 29 del visitante Berrocal por golpear a Pantic en una disputa. La superioridad numérica dio alas el Eibar que empezó a dominar con claridad.

En el tiempo añadido de la primera mitad comenzó a fraguarse la gesta al cabecear de forma espléndida por la escuadra Borja Bastón al saque de un córner de Inui desde la derecha.

Sin perder la paciencia ni jugar de forma alocada, el Eibar fue dejando que pasaran los minutos para gestionar su dominio e ir minando a su rival, al que le pesaba el sobreesfuerzo de jugar con uno menos e iba cediendo metros paulatinamente.

En el minuto 61, una gran acción individual de Antonio Luna por la izquierda concluyó con un pase de la muerte que aprovechó Sergi Enrich para rematar a portería vacía. Ipurua empezaba a confiar en la remontada.

Pudo sentenciar la Ponferradina la eliminatoria en el minuto 72 pero Jebor no pudo culminar un contraataque al toparse con un Irureta que volvió a salvar a su equipo.

Solo un minuto después, el italiano Simone Verdi igualó la eliminatoria con un disparo raso y esquinado tras una buena dejada de Enrich.

El Eibar estaba ya desbocado en busca de completar la remontada y los corazones armeros se quedaron al borde del colapso cuando el árbitro señaló penalti por derribo a Inui. El equipo de Mendilibar había fallado sus dos últimas penas máximas en liga pero el capitán Mikel Arruabarrena tiró de galones y experiencia y no falló. Era el minuto 85 y su equipo había logrado lo que parecía imposible: remontar un 3-0 y clasificarse para los octavos de final de la Copa del Rey.