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Tenemos un tesoro

Artículo escrito por Mikel Larrañaga, miembro de la Comisión del 75 Aniversario, en torno a sus vivencias relacionadas con los actos del Once Ideal para el 75 Aniversario.

Durante mi estancia en el Gobierno Vasco, tuve como colaborador a un arquitecto, que me comentaba una vivencia personal con la que abro estas líneas. Eran los tiempos de la novedad  del recién inaugurado Guggenhaim y la llegada a Bilbao de las primeras oleadas de turistas. Mi amigo, nacido en Bilbao y residente en Alameda Mazarredo, vivía con la sensación de habitar en una ciudad sin excesivo atractivo estético para los visitantes. Por eso se sorprendió una mañana cuando, al salir de casa, observó a una pareja de extranjeros fotografiando el último piso del edificio colindante con la casa en que vivía. La curiosidad le obligó a mirar hacia arriba y, a sus más de 40 años, descubrió un magnífico remate arquitectónico en el edificio en cuestión, que él había ignorado hasta ese día. A partir de ese momento, gracias a los extranjeros, comenzó a ver de otra manera su ciudad y a disfrutar de ella desde su doble condición de ciudadano y arquitecto, redescubriéndola a partir de cero.

Esto que cuento, ha cobrado actualidad para mí en fechas recientes. Les cuento. Con motivo de la celebración del 75 aniversario de la S.D. Eibar, y en la preparación de los actos organizados en torno al 11 ideal y su presentación en Ipurua, me ha tocado asumir la tarea de ir contactando con todos los jugadores nominados, animándoles a acudir al acto celebrado este último domingo. Ha sido muy gratificante el comprobar el entusiasmo con que han aceptado acudir los que podían hacerlo. Ha habido quien ha cambiado sus vacaciones para poder venir, quien ha hecho un esfuerzo en la organización de su trabajo para no faltar y puedo asegurar que, los que al final no han venido, ha sido por su absoluta imposibilidad de hacerlo. Todos ellos han agotado los elogios hacia nuestro club en una auténtica exhibición de cariño que a mí me ha emocionado. Uno de ellos, me manifestaba literalmente lo siguiente: "No sabéis el tesoro que tenéis en ese pueblo, con ese Club. El clima de relación de ese vestuario no existe en ningún otro sitio y sólo los que hemos vivido esa experiencia, comprendemos ahora todo lo que está ocurriendo y que tanto sorprende a los curiosos que empiezan a asomarse a ver lo que pasa en Eibar". Quien esto comentaba, reúne una amplia experiencia profesional, con muchos años de trabajo en un equipo de Primera División. Esto me ha recordado al arquitecto bilbaíno, pues tengo la sensación de que, en gran medida, la atención que ha generado nuestro club con sus éxitos y el interés y la expectación que se ha generado fuera de nuestro entorno, están haciendo que todos los eibarreses prestemos más atención a la S. D. Eibar y vivamos con mayor intensidad cuanto acontece en su entorno. Hasta los menos futboleros siguen ahora de cerca la evolución del Eibar y son expertos en ampliaciones de Capital.

Como decía con razón este exjugador, ahora mismo nuestro equipo y, por extensión, nuestro pueblo, acaparan la atención mediática del país y cada vez son más los que se interesan en descubrir el secreto de un equipo que, con el menor presupuesto, representado a la ciudad más pequeña, con el campo más pequeño (como no se cansan de repetir), recién ascendido de 2ª B, ocupa un puesto de ascenso directo. Se ha iniciado a nivel estatal una ola de solidaridad hacia este equipo que, públicamente reconocido como modelo de gestión, tanto en lo deportivo como en lo económico/financiero y en lo social, está en trance de perder la categoría por una ley injusta que, en este caso, castiga a los serios y responsables y prima a los "golfos" endeudados que han funcionado con presupuestos desfasados en su relación gastos /ingresos, en una auténtica competencia desleal que ha prostituido la competición.

La S. D. Eibar está haciendo historia y, al margen de la posición que ocupe al final del torneo, está abanderando un movimiento que trasciende lo puramente deportivo. Basta leer los artículos firmados por economistas, políticos, intelectuales, catedráticos y todo tipo de personas, que están personificando en el  Eibar un soplo de aire fresco en esta atmósfera cada vez más irrespirable que se ha instalado en todos los ámbitos de nuestro entorno socio/político y cultural, con una preocupante crisis de valores, cuando no una potenciación de valores equivocados. Ven al Eibar como una recuperación de conceptos que últimamente están en desuso y, uniéndose a la defensa de nuestro equipo, reivindican aspectos como la seriedad, la solidaridad, la humildad, la convivencia, el valor del grupo humano, la honestidad.

Estamos haciendo historia. Estamos dando una lección que está siendo seguida con mucha atención por todo el país, y sólo nos queda rematarla con matrícula de honor. El colectivo de jugadores de la S. D. Eibar, puede ser el que más directamente materialice con éxito esta lección y consolide en lo más alto de la primera categoría de nuestro futbol el "modelo Eibar" como la pauta a seguir en la evolución de los Clubs y de la sociedad en general hacia esa situación de normalización que todos deseamos. Poniendo además con su comportamiento el contrapunto a ese futbolista inmaduro, caprichoso, con un ego desaforado, tan poco recomendable como modelo para los más jóvenes.

Cumplamos los socios y aficionados con la parte que nos toca, acudiendo a la ampliación en la medida de nuestras posibilidades. Multipliquen los jugadores su esfuerzo (si cabe) para marcar ese hito tan codiciado. Continúen Gaizka Garitano y sus ayudantes gestionando con eficacia y sentido común ese grupo. Siga el Consejo con su magnífico trabajo y estrújese la imaginación. Entre todos podemos cerrar este capítulo de la historia de nuestro Club y dar al país esa lección que todos están esperando con ansiedad, pues nunca el éxito de un equipo de fútbol ha generado tanto apoyo y tanta unanimidad y nunca un ascenso (si se produce), va a ser tan celebrado por todo un país.

Tenemos un tesoro. Estamos muy orgullosos de él. No vamos a permitir que nos lo quiten. Y, lo más importante, estamos dispuestos a compartirlo.

Gora Eibar.