Punto histórico en el Santiago Bernabéu

El Eibar nunca había marcado un gol ni puntuado en sus visitas al estadio Santiago Bernabeu, hogar del actual campeón de Europa, el Real Madrid, pero hoy los de Mendilibar han roto con ese mal fario y vuelven a Eibar con un punto de tal calibre que difícilmente olvidará.

La tarde empezó perfecta para el Eibar, ya que sin tiempo para siestas Fran Rico remató a las mallas un buen centro salido de las exquisitas botas de Pedro León. Era el minuto 6 y el partido ya estaba cogiendo tintes históricos para los armeros con su primer gol en el coliseo blanco.
Tras el golpe, el Real Madrid buscó el empate y no tardó demasiado en conseguirlo, en el minuto 17, Bale remataba un centro de Cristiano Ronaldo. Quedaba mucho, pero los armeros no se amilanaron.

El gol calmó el ímpetu madridista y el Eibar buscó sus opciones para ponerse de nuevo por delante en el marcador. Los locales tenían el balón pero no creaban excesivo peligro ante la meta defendida por Riesgo. Los armeros, por su parte, buscaron los contraataques y dispusieron de varias ocasiones para adelantarse de nuevo, así el Eibar  encerraba a los blancos en su área en los últimos minutos de la primera mitad, pero el marcador no se movió más antes de meterse en los vestuarios.

Zinedine Zidane, entrenador del Real Madrid, intentó cambiar la cara de su equipo con un doble cambio dejando en el vestuario a Varane y Benzema para dar entrada a Nacho y Morata. Sin embargo, fue el Eibar quien creo más peligro en el inicio de la segunda mitad.
El Real Madrid estuvo cerca de adelantarse con un gol anulado por fuera de juego a Morata y un remate al palo de Bale, pero el Eibar respondió de la mejor manera con ocasiones para Sergi Enrich, Pedro León y Mauro Dos Santos.
No se achicaron en ningún momento los armeros ante semejante rival en un escenario mítico, y demostraron que trabajando en equipo se pueden lograr grandes objetivos. Tras el pitido final del árbitro, los jugadores del Eibar celebraron el histórico empate y se lo dedicaron a los aficionados armeros que se acercaron a Madrid para animar al equipo. Una tarde que quedara grabada en la memoria del Eibar.