El Eibar remonta y se impone a la UDLP (1-2)
Los armeros estrenan el año con una nueva victoria a domicilio
El Eibar sigue en estado de gracia. Los armeros se han impuesto a la Unión Deportiva Las Palmas en el primer partido del año tras consumar una brillante remontada. A pesar de un arranque nivelado por parte de ambos conjuntos ha sido el conjunto local quien se ha adelantado al marcador. Pero los eibarreses han conseguido voltear el marcador gracias a los goles del debutante Orellana, quien ha marcado su primer gol nada más ingresar al campo, y Enrich.
La primera parte ha estado muy igualada, si bien han sido los eibarreses quienes han golpeado primero. Nada más comenzar el partido, Inui ha cabeceado entre los tres palos un buen centro de Capa, pero su remate lo ha detenido Chichizola. Con el paso de los minutos los locales han equilibrado las fuerzas, aunque no han tenido ocasiones claras.
Sin embargo, en el minuto 30 del encuentro, Arbilla ha derribado a Toledo dentro del área y el árbitro no ha dudado en decretar la pena máxima. Viera no ha fallado desde los once metros y ha adelantado al conjunto canario en el marcador, que no se ha movido durante la primera parte.
En la reanudación, el Eibar se ha hecho con el control del esférico y ha tratado de instalarse en campo contrario. Pero las continuas impresiones no les ha permitido tener un control claro. Adentrados en el segundo tiempo, Mendilibar ha decidido mover ficha en el banquillo, dando entrada a uno de los protagonistas de la tarde. Orellana debutaba con la elástica armera. En apenas unos segundos, el chileno ha conseguido el empate para los eibarreses, tras empujar al fondo de la red una prologanción de Charles dentro del área, prácticamente en el primer balón que tocaba el recién ingresado.
Aún sin tiempo para celebrar el empate, el Eibar ha conseguido el segundo de la tarde. Enrich ha cabeceado entre los tres palos un centro medido de Cote y ha logrado así el gol de la victoria, completando una remontada exprés. Y es que cinco minutos han servido para que los armeros hayan volteado el marcador de manera espectacular.