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El Eibar con un nuevo equipo

La Sociedad Deportiva Eibar, ante el ascenso a Primera División, se ve obligada a gestionar una nueva realidad mucho más exigente. El Club se ha marcado el objetivo de abordar dicha realidad con la mayor seriedad y la mayor profesionalidad posible, y hace

Tras el análisis en profundidad de la estructura organizativa de  otros clubes de Primera División homologables a la S.D. Eibar, se concluye  la necesidad de reforzar la estructura incorporando personal cualificado en las siguientes áreas:

·         Área de Marketing y Comercial

·         Área de Comunicación

·         Área Financiera y Administración

·         Área de coordinación de obras, instalaciones, seguridad y mantenimiento

·         Atención al público, al socio y al accionista

El Presupuesto de la S.D.Eibar, en los dos últimos años, ha pasado de 1M€ a más de 18M€ lo que supone que el personal no deportivo se enfrentará a la exigencia de gestionar un club en la máxima categoría.

Inmerso en este proceso de reestructuración, el Consejo ha abierto una reflexión sobre el liderazgo de este nuevo equipo, concluyendo que la persona designada debe de  cumplir las siguientes características:

1.      Conocimiento del sector del fútbol 

2.      Amplia experiencia en gestión empresarial

3.     Persona inculcada en  la idiosincrasia y valores del Eibar

Entiende el Consejo  que la persona que mejor cumple esas características es Alex Aranzábal, por lo que se le ha solicitado que mantenga su actual cargo de Presidente y sea, además, el responsable de liderar este proyecto para el Eibar. Aranzábal ha aceptado este reto. No obstante,  la exigencia y dedicación que supone esta tarea en Primera División le obliga a renunciar a su puesto de trabajo actual y poder dedicar así todo su esfuerzo a la S.D. Eibar.

 

La Sociedad Deportiva Eibar adquiere la responsabilidad de estar en la máxima categoría con una nueva estructura; un equipo de 46 personas compuesto por el área deportiva y la no deportiva.

 

Estos cambios se realizan con la dificultad añadida de mantener este equipo solamente en Primera División, con la eventualidad que ello conlleva, ya que, ante el caso hipotético del descenso supondría deshacer esta estructura.